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January 07, 2005

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marco

para la proxima que las investigaciones arquelogicas las haga un arquelogo reconocido en el peru , para que haya este tipo de problemas.

Pierre Nuñez

REPORTE SOBRE CARAL DE ENGEL.

Al leer la carta del arqueólogo norteamericano Robert Benfer en la pagina http://caralperu.typepad.com/caral_civilization_peru/ pude informarme sobre esta referencia en el libro: De las Begonias al Maiz de F. Engel.

Aquí se lee claramente quien realiza las primeras investigaciones del Sitio Precerámico de Caral-Chupacigarro, y que NO son citadas por Ruth Shady.

Resalto que Engel ya consideraba a Caral-Chupacigarro como el sitio PRECERÁMICO más importante. Espero su atenta lectura.

Saludos
Pierre Nuñez
PD: en el libro se puede observar el plano que Benfer dice que entregó a Shady, y que fue elaborado por Bernardino Ojeda en 1979

Engel, Frederic A. [ 1987] De las Begonias al maíz. Vida y producción en el Perú antiguo. Centro de Investigaciones de Zonas Aridas (CIZA). Universidad Agraria. La Molina . Lima, pp.255.


3. El Florecimiento

Pp. 81

***

(…) Los próximos monumentos precerámicos, ubicados al norte de Lima, los encontré en el valle del Supe. Fue el descubrimiento que más nos conmovió al equipo del CIZA y a mí, porque lo que allí ha quedado es verdaderamente maravilloso, considerando cuándo se realizó. A partir del km 15, tierra adentro contando desde el mar, se puede ver enormes estructuras de piedra, anfiteatros y "dolmens" monolíticos. Todas estas obras han sido erigidas durante el horizonte de la agricultura Sin maíz, el "horizonte precerámico" como lo llamaban nuestros predecesores.

(…) Además de las estructuras‑viviendas se puede ver, en el lugar conocido como Chupacigarro, "anfiteatros"; le damos este nombre a grandes estructuras circulares de 50 a 80 m de diámetro, rodeadas por algunas graderías de piedra. De un lado se accedía por una escalera hasta la base, poco profunda, rebajada como un metro. Al otro lado, una escalera llevaba a un edificio cuadrado que pudo haber servido de recinto utilizado durante una ceremonia o fiesta. Hemos levantado el plano de tres de estos anfiteatros que se encuentran cada uno en un barrio distinto, rodeado por varias huacas‑vivienda. Quizás se trata de "kiwas", nombre dado a las estructuras semisubterráneas que construían los aborígenes del suroeste de los Estados Unidos, para reuniones de hombres o como verdaderos anfiteatros donde se realizaban fiestas con carácter teatral o religioso. En algunas "kiwas" y en el campo, se pueden ver monolítos plantados de hasta 3 metros de alto; tienen inscripciones grabadas y frotadas con pigmento rojo, pero el uso las ha hecho ilegibles o mejor dicho indescifrables.

La Fig. II‑13a [se refiere al plano del complejo hoy conocido como Caral], es la planta de uno de los asentamientos con dos docenas de unidades de vivienda y por lo menos 2 kiwas. Las líneas oscuras indican paredes de adobe que corresponden a una reocupación prehispánica tardía.

Pp. 82

(…) La zona que acabamos de describir lleva el nombre, algo singular, de Chupacigarro. Ha sido fotografiada en su tiempo por el genial Kosok y visitado por viajeros arqueólogos, pero ninguno de ellos se dio cuenta de que el sitio estaba totalmente ocupado por agricultores pre‑maíz o como se dice comúnmente, "precerámicos".


PANC

COMUNICADO DEL PROYECTO ARQUEOLÓGICO
NORTE CHICO

1. Escribimos esta nota a nuestros colegas con cierta tristeza. No tenemos ningún deseo de entablar un debate público con la Dra. Ruth Shady Solís sobre los reconocidos descubrimientos en la región del Norte Chico de la costa peruana. Su reciente manifiesto público dirigido a nosotros y nuestro proyecto, sin embargo, requiere por lo menos algún esclarecimiento.

2. Comenzamos declarando explícitamente que la Dra. Shady tiene la completa responsabilidad por todas las excavaciones conducidas en el sitio de Caral. Casi la totalidad de su trabajo en el sitio fue publicado en un compendio que salió en el 2003, titulado “La Ciudad Sagrada de Caral-Supe: Los Orígenes de la civilización andina y la formación del Estado Prístino en el Antiguo Perú”. La Dra. Shady merece todo el crédito por la totalidad del trabajo realizado en Caral. Nosotros no hemos pedido ni merecemos ninguna responsabilidad por el trabajo hecho en Caral.

3. Nuestro primer encuentro con la Dra. Shady se dio en el mes de abril de 1999, cuando Haas la invitó a asistir para presentar un trabajo en una conferencia sobre los aspectos biológicos y culturales del Fenómeno El Niño llevada a cabo en el Museo Field. Nosotros habíamos escuchado del trabajo de la Dra. Shady por colegas en los Estados Unidos y estábamos muy emocionados acerca de la investigación. Nosotros también conseguimos para la Dra. Shady una corta beca para extender su permanencia y dirigir una investigación en el Museo.

4. En el curso de la conferencia, la Dra. Shady nos invitó a visitarla y conocer su proyecto en Junio de 1999. Fuimos al Perú por dos semanas y permanecimos con la Dra. Shady en su casa. Visitamos Caral brevemente por dos días y conocimos otros sitios tempranos a lo largo de la costa con ella y sus estudiantes. Fue en ese momento que acordamos realizar un trabajo conjunto.

5. En el 2000, Haas vino al Perú en Mayo y fue invitado por la Dra. Shady a pasar la temporada, en la casa que había construido en Caral, con sus estudiantes y equipo. Él también quería visitar otros sitios en el Valle de Supe y ver si habían más sitios tempranos en los valles vecinos de Huaura, Pativilca y Fortaleza. Para acompañarlo en sus viajes de campo, la Dra. Shady le presentó al arqueólogo Álvaro Ruiz.

6. En Julio del 2000, la Dra. Creamer se reunió con Haas y su familia en Perú. Ellos visitaron nuevamente varios sitios localizados en los valles de Fortaleza y Pativilca. Con el conocimiento y cooperación total de Shady, Creamer obtuvo la suma de 2500 dólares para fechados radiocarbónicos de muestras obtenidas en Caral. La Dra. Shady ya había enviado algunas muestras de carbón a Betty Meggers de la Smithsonian Institution para análisis radiocarbónico. Nosotros no estábamos informados de estos análisis en aquel tiempo. A fines de Julio del 2000, Haas y Creamer fueron al campo con la Dra. Shady y su asistente, Marco Machacuay, a tomar una serie de nuevas muestras. La excavación, mapeo y fotografía de las muestras fueron realizadas por los cuatro conjuntamente. Tenemos abundantes fotografías que muestran a Haas y Creamer trabajando con Shady durante los dos días de la toma de muestras radiocarbónicas.

7. Los resultados de las pruebas se conocieron en Diciembre del 2000 y arrojaron fechados que confirmaban que Caral fue ocupado en el 3er milenio a. C. Fue durante este tiempo que Haas y Creamer fueron informados de la existencia de fechados de anteriores muestras. Todos los datos fueron consistentes y confirmaron una ocupación continua desde los años 2600 a 2000 a.C.

8. Con la total cooperación de la Dra. Shady, Haas elaboró el borrador de un artículo para mandarlo a la revista científica Science. Después de su revisión, el artículo fue aceptado y publicado en Abril del 2001. Fue en este tiempo que se originó la fuente de los problemas actuales. Mucha de la publicidad de los Estados Unidos (aunque no toda, ver Newsweek, Abril 2001) citaron a Haas y/o Creamer como los investigadores principales. Por sus propias razones, la Dra. Shady declinó realizar entrevistas a diversos reporteros. Estuvimos consternados y disgustados con la publicidad y en ese momento enviamos una disculpa pública y un esclarecimiento ampliamente distribuido, explicando nuestro rol muy menor en cualquier trabajo hecho en Caral. La nota de prensa citada por la Dra. Shady fue el lanzamiento inicial sobre el artículo en Science hecho por el Museo Field. Éste fue formalmente corregido a la brevedad posible. En ese momento nosotros esperamos que la Dra. Shady enviara su nota de prensa a través de su oficina, pero esto no ocurrió.

9. Nosotros nunca mencionamos Caral sin dar una completa y explicita responsabilidad a la Dra. Shady por su trabajo. Esto incluye cada entrevista llevada a cabo en relación con el nuevo artículo que acaba de aparecer en la revista científica Nature. Cada periodista que escribió acerca de la historia puede verificar esta afirmación. Lo que los periodistas escriben en sus historias está completamente más allá de nuestro control, como cualquiera que ha tratado con la prensa lo sabe. ¿Hemos difundido nuestro último artículo publicado en Nature? Si, nosotros creemos que 95 nuevos fechados radiocarbónicos de 13 sitios que no habían sido examinados previamente y que demuestran un sólido rango de fechados desde el 3000 al 1800 a.C. merecen atención.

10. Como ejemplo de la fácil confusión de la información, citamos el siguiente caso: Hemos dirigido una nota de prensa muy explícita sobre los resultados de nuestro trabajo en los Valles de Pativilca y Fortaleza a los medios de comunicación, aún así el 24 de Diciembre apareció en un conocido diario local (El Comercio Sección C pp. 9)una información donde se confunden los sitios que venimos trabajando con el sitio de Caral, dado que la foto que aparece en la nota corresponde al sitio de Vinto Alto con nuestro equipo, pero el titulo de la foto en el periódico era “La investigación en Caral sigue adelante”. Si alguien desea ver la foto con su propia descripción visite la pagina web de Northern Illinois University, http://www.niu.edu/pubaffairs/presskits/peru/photos.html
Este tipo de confusión escapa totalmente a nuestro control y responsabilidad.

11. El último artículo en Nature describe el trabajo de nuestro proyecto en los valles de Pativilca y Fortaleza. La Dra. Shady no tuvo participación alguna en este trabajo. En términos de la asignación de créditos por investigaciones previas realizadas en la región del Norte Chico, nosotros reconocemos que los primeros fechados radiocarbónicos en sitios del Arcaico Tardío fueron publicados por Elzbieta Zechenter, una arqueóloga polaca, quien escribió su tesis sobre el Valle de Supe en 1988. Las exploraciones del valle de Supe fueron realizadas por dos peruanos, Carlos Williams y Manuel Merino y publicados en un manuscrito en 1979. El Lic. Rafael Vega-Centeno, actualmente en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, exploró el Valle de Fortaleza en 1996 y publicó estos resultados en 1998. Él identificó todos los sitios que se muestran en el artículo de Nature, y nosotros hemos citado apropiadamente esta importante contribución. Michael Moseley escribió acerca de Áspero en los 70’s, y su estudiante graduado Robert Feldman publicó artículos basados en su tesis sobre la investigación en Áspero a inicios de los 80’s. Todas estas investigaciones están citadas en nuestro artículo en Nature. La investigación de Shady en Caral está explícitamente citada en el primer párrafo del artículo y aparece referenciada cinco veces a lo largo del mismo. Cabe señalar que el compendio editado por Shady y Leyva el año 2003, contiene 19 artículos de las 32 referencias bibliográficas mencionadas por Shady. En un texto limitado a 1800 palabras por las normas editoriales de la revista y donde nosotros tratamos de reportar sobre 95 nuevos fechados radiocarbónicos, es simplemente imposible dar una historia completa de la investigación de un área. Nosotros queremos alentar a las personas a leer el artículo antes de hacer cualquier afirmación de “plagio” o “imperialismo académico”.

12. Usamos el término “Norte Chico” para describir el área que incluye los valles de Huaura, Supe, Pativilca y Fortaleza porque éste es el término que es usado localmente. También pensamos que es una representación que se extiende más allá de un solo valle y sitio.

13. Compramos una casa en Barranca (no dos casas como se afirma) para usarla como centro de operaciones para el trabajo de campo; así como la Dra. Shady ha construido una gran casa en el sitio de Caral y tiene amplias oficinas en Lima. No es posible llevar un proyecto como el nuestro sin una infraestructura permanente. Siete arqueólogos peruanos viven y trabajan en esta casa todo el año. Nosotros no vemos que haya un error en establecer tal facilidad.

14. Con respecto a Huaricanga, sobre los pozos abiertos, queremos señalar que hemos cumplido con todos los requisitos del Instituto Nacional de Cultura y que tenemos las autorizaciones y supervisiones respectivas. Todo se ha realizado, como todo proyecto de investigación, coordinando adecuadamente con la dirección encargada en el INC.

15. En el curso de nuestro proyecto, hemos tratado fuertemente de desarrollar una amplia colaboración con múltiples instituciones peruanas y arqueólogos nacionales. Nosotros comprendemos que somos extranjeros trabajando en el Perú y sentimos una fuerte obligación para hacer positivas contribuciones a la comunidad arqueológica en el Perú y a los pueblos del Norte Chico. Creamer pasó 5 meses en Perú enseñando en la Universidad Peruana Cayetano Heredia y dando una serie de conferencias publicas, con otros miembros del proyecto, en universidades de Lima y en el Norte Chico, además del Colegio de Arqueólogos del Perú.

16. A un considerable costo para el proyecto hemos establecido un activo laboratorio para el análisis de polen arqueológico y geológico en la Universidad Peruana Cayetano Heredia y este laboratorio, el primero en el Perú, es accesible para cualquier proyecto arqueológico peruano. Creemos que esto es una importante contribución para la comunidad arqueológica del país.

17. Localmente, en el área del Norte Chico, hemos trabajado con el Museo Bolivariano en el distrito de Pativilca para construir una nueva sala permanente de arqueología en el Museo. Esta sala, programada para abrir en Enero del 2005, proporcionará a la gente del lugar una oportunidad para aprender más acerca de su propia, importante y gran historia. Hemos iniciado una serie anual de talleres públicos para la población local para enseñar acerca de los varios aspectos de la arqueología local y nuestro proyecto, y hemos participado en conferencias anuales sobre la arqueología local en el distrito de Paramonga. Además, hemos construido un moderno almacén en Pativilca para asegurar que los materiales arqueológicos de nuestro proyecto estén en las mejores condiciones y permanezcan en la propia región del Norte Chico.

18. Para apoyar a la amplia comunidad arqueológica, iniciamos un programa de becas que permite a estudiantes peruanos viajar para realizar sus estudios de postgrado en arqueología. Hay actualmente cuatro estudiantes peruanos con estas becas. Es verdad que una de estas becas fue obtenida recientemente por el co-director del Proyecto, Álvaro Ruiz, pero los fondos de las becas también han sido otorgados a otros tres estudiantes peruanos quienes no están directamente vinculados con nuestro proyecto.

19. Nosotros estamos desilusionados con las últimas afirmaciones de la Dra. Shady acerca de nuestro proyecto. Respetamos a la Dra. Shady y lo que ha realizado en Caral. Al mismo tiempo, creemos que es importante reconocer que hay una gran cantidad de sitios con arquitectura monumental en la región del Norte Chico y recién estamos empezando a comprender el completo significado de este único sistema cultural que se origina hace más de 5000 años en la costa peruana. Nosotros siempre hemos reconocido abiertamente que otros investigadores – Uhle, Kosok, Engel, Williams y Merino, Zechenter, Moseley, Feldman, Fung, Silva, Vega-Centeno y Shady – han hecho, todos, largas contribuciones a nuestro entendimiento de las ocupaciones tempranas en la región del Norte Chico. Estos estudiosos proveen la base sobre la cual estamos construyendo nuestro presente proyecto. Nosotros no podríamos hacer lo que venimos haciendo sin los trabajos de nuestros predecesores. Nuestra inmediata contribución a la arqueología del Norte Chico es dar una sólida cronología para la ocupación del Arcaico Tardío de la región, y colocar esta ocupación en un amplio contexto cronológico, regional y global.

20. Para los interesados en nuestro trabajo sobre el Proyecto Arqueológico Norte Chico, por favor visiten el sitio web del proyecto en www.fieldmuseum.org/panc Nuestros reportes al Instituto Nacional de Cultura están en este sitio web, así como nuestras solicitudes de financiamiento y fotos de los sitios que hemos investigado. Nosotros alentamos a los interesados a revisar nuestra ultima propuesta presentada a la National Science Foundation donde el trabajo de la Dra. Shady es ampliamente discutido.

21. Invitamos a la Sociedad de Arqueología Americana y al Instituto Nacional de Cultura a observar nuestras investigaciones de campo y publicaciones. En nuestro Proyecto Arqueológico Norte Chico tenemos 8 arqueólogos quienes están inscritos en el Registro Nacional de Arqueólogos del Instituto Nacional de Cultura. Tenemos un proyecto abierto para toda la comunidad arqueológica y demás personas interesadas en conocer de cerca nuestro trabajo científico.
Barranca, 09 de enero de 2005


Jonathan Haas Winifred Creamer
Director Directora
PANC PANC

Robert A. Benfer

Amigos,

I am very sorry that such a serious misunderstanding has occurred. Since I too once saw my work, I thought, wrongly claimed by others, I sympathise with the hurt feelings, which Dr. Shady must have experienced.

Perhaps Hass and Creamer did in fact mistate their role. I read the Nature article hurridly, before leaving for Mexico, and didn't read it that way, Shady et al. 2000 was cited, I remember. The National Science Foundation of the United States may have understandably emphasized research of American citizens conducted with American grant money when applying for money from an American Congress. When I have given American newspaper interviews, I have always found it very difficult to convince reporters to mention my Peruvian collaborators by name.

However, Dr. Shady too has failed to give credit to previous important work. So there is blame to share when it comes to failing to acknowledge previous work. Investigators from the Centro de Investigaciones(CIZA)first mapped the site of Chupacigarro in 1979(name possbily first given by Kosak in 1965)and furnished a copy of the Ojeda map to Shady when she began her work there more than a decade later. Dr. Shady subsequently published the site, under the new name of Caral.

It was Dr. Engel who first identified the site, in 1979, as the largest Cotton Preceramic site known, one of many large sites his team located in the area and recorded in our CIZA catolog. He noted the lack of abundant irragable land; he estimated local carrying capacity and site density of population. He published these findings and maps in 1982, in Zonas Aridas, and in 1987, in his monograph "De las Begonias al Maiz," a monograph reviewed positively by Dr. Ravines in the Boletin de Lima. The architect Carlos Williams published a figure from the site with Engel's interpretation of it, in English, in 1982, in Early Architecture in the Andes, edited by Dr. Christopher Donnan. Engel's work in the Supe and Norte Chico was well known in Lima. Many may have read the commentary on the history of investigations at Chupacigarro (a.k.a. Caral) in El Comercio in 2003.

The problem of intellectual property rights and hurt feelings is a deep one. Foreign archaeologists have a long history of publishing in English work at sites to which Peruvian archaeologists first took them. The work of foreign archaeologists, such as Engel, is also sometimes not recognized.

Devaluing the work of Peruvian or French or American archaeologists is unacceptable.

We all need to work harder to acknowledge one another's contributions. I believe that American archaeologists, because of our previous failures, have the most work to do.

Shady, Hass, and Creamer are outstanding archaeologists. I hope that past misunderstandings between them can be surmounted. Due to her failure to cite the seminal work of Engel at the site, I hope that Dr. Shady will withdraw her complaint against Drs. Hass and Creamer for failing to adequately cite her contributions. I ask her to be generous, since I know her to be a gracious person.

In any case, this web site has served a useful purpose, especially to sensitize foreign archaeologists and Peruvians alike that we need to take more care to recognize contributions from each other in order to advance archaeology in Peru. As guests, foreign archaeologists have the strongest obligation to take care in recognizing the contributions of others. Dr. Shady's team has been doing outstanding work at the site of, as she prefers to name it, Caral, and her leadership deserves special recognition. There is enough to do for everyone.

(Disculpe, I cannot find the accents on this keyboard, y mi espanol escrito no alcance para un correo electronico escrito rapidamente en camino a Mexico).

Robert A. Benfer
University of Missouri-Columbia

Henning Bischof

I have not yet read the Nature article - the journal is not available any more at the international news stands in Berlin and Frankfurt. However, in view of the known facts I am appalled by the attempts by Dr. Haas and Dr. Creamer to appropiate the intellectual results of some 10 years of difficult and painstaking work by Dr. Ruth Shady and her team which I have witnessed almost from the beginning.

Their results have been well published by Dr. Shady and her team, both in Peru and abroad, both regarding the archaeological features uncovered in the field as well as in terms of their scientific implications which have been clearly stated by the Peruvian authors.

With the proper citation of intellectual credits, the data and scientific interpretations published by Dr. Shady and her team of course have entered the field of legitimate scientific debate by now.

At the same time, any attempt by other authors to present themselves as co-discoverers should be strongly rejected by the scientific community, especially if their easier access to U.S. media is misused with that purpose.

Dr. Haas and Dr. Creamer should have been well aware of this delicate issue, considering their long professional experience.

Henning Bischof

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